NORMA

Todos queremos ser comidos.

NORMA

Dos valores me compelen ahora

NORMA

Norma, la chica de kiosko, no es linda ni tampoco, al parecer, muy inteligente, tiene mala memoria que es como la expectativa de capacidad de un computador con un disco pequeño. Su cara es lo que yo diría la de un pollo, delgada y redonda en la parte superior, con un mentón pequeño que casi se junta con el cuello, tiene una nariz aguileña que se asemeja, por supuesto, a un pico. Para más remate es muy blanca, como un pollo desplumado.

Hace un par de días me preguntó si era de Brasil, por la forma en que pronunciaba la palabra “leite”, desde un principio entendi la pregunta pero me pareció un sinsentido considerando que le habia explicado mi origen al menos un par de veces. Además, no podia acaso ver en mi acento que no era ni de brasil ni de portugal, ni de porsupuesto ningun pais lusofono?. Al sentarme con mi meia-de-leite, comencé a considerar la opcion de que sencillamente no se acordaba de quien era y que realmente le importaba una mierda, cuestion de la que no la culpo, por supuesto y que probablemente yo era otro más de los expats que pasan por el kiosko pagando vino a un sobreprecio ridículo, la copa cuesta lo mismo que la botella en el supermercado, por otra parte los empleados del kiosko son tan burros o les importa tan poco el negocio que te sirven la copa a tope, con baranda como prefiero decirle.

Asi y todo Norma tiene algo encantador, siempre se las arregla para tener buena cara, cosa que no abunda, ya sea o porque alguien estpa cabreado y con razón o sencillamente porque estan interpretando algun personajillo estoico, irreverente que vieron en internet. Hace algun tiempo me la topé en una calle aledaña mientras yo peleaba por telefono e hizo el ademan de saludarme, pero yo estaba tan caliente que la ignoré. Me arrepenti de inmediato. Pero asi y todo al otro día fue muy simpatica en el mesón, como siempre muy amable y dispuesta a tener una conversación breve, honesta y directa.

En verano revela otro de sus atributos, una cintura pequeña seguida de un culo redondo, que me hace mirarla un poco más de la cuenta, junto con todos los elementos que podrian considerarse negativos, su ropa maltrecha, su pelo sucio y poco peinado, su falta casi absoluta de senos y su voz nasal.

ENTRE VOLVER Y NO VOLVER

Dos ideas opuestas me siguen, conviven constantemente. No se si volver, pero no es que no quiera estar ahi, es que solo quiero aparecer, materilizarme entre las fibras de la alfombra, un reflejo en el ventanal.

Asusto a una lagartija, quiere decir que estoy ahi. Puedo dar abrazos y volver. Quizas no hay abrazos, porque un mes que no es mio no tengo porque experimentarlo como mucho tiempo.

A lo mejor las sonrisas serán las mismas, cordiales, elásticas, dibujadas, tienen una temperatura cómoda. En realidad solo debemos vernos para querer vernos más. A lo mejor todas las intenciones que imaginé fueron reales, ocurrieron en escenarios que tenía por qué anticipar.

Dormiré a sobresaltos, es el cuerpo escapando de la mente.

12 OCT

Nadie quiere trabajar de:
-

MEMORY

Memory is benevolent.

0. THE CHAPEL

 En dirección poniente caen 6 rayos de solo sobre la capilla. Uno de ellos inicia el día perforado por restos flotantes. El primero cayó durante la madrugada, marcó el espacio donde debieramos esperar por el resto, dibujó una cruza y un circulo.

1

The world is the same.

A HELL

Maybe the idea of Hell is not that bad.

ME MUERO Y SE MUEREN TODOS

Me muero y se mueren todos.

SOLO ACELERACIÓN

Nada avanza, solo se acelera.

ANOTACIONES SOBRE FANTASMAS

Percibo sus siluetas solo en momentos de tristeza. La nostalgia y la falta de compasión ponen caras en la oscuridad.

PRESAGIOS

Calculo el tiempo y las posibilidades de una aparición. En las luces de los ojos, sonrisas. En el reflejo de los lentes, pasos. En la piel, aire. Desde el borde del mueble, las cosas hacen como que caen. Negro sobre negro. Pequeñas sílabas entre las visagras. Las sábanas silban. El techo presiona y el suelo absorbe. Cada puerta vibra en el cuerpo, en los pies, en los muslos, en el pecho y en el cuello. Duermo una vez rendido.